sábado, 9 de julio de 2016

TEMA 2 GONZALO FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA "EL GRAN CAPITÁN"

Lee la biografía de uno de los militares más importantes en tiempos de los Reyes Católicos, Gonzalo Fernández de Córdoba, "El gran capitán".

(Lectura aproximada de 7 minutos)

Nacido el 1 de septiembre de 1453 en Montilla (Córdoba), fue conocido en su tiempo y en el nuestro como el ‘Gran Capitán’. Provenía de una familia de la nobleza dedicada durante siglos a la ganadería y a la guerra de frontera. Antepasados suyos habían luchado junto al rey Fernando III ‘El Santo’ en las conquistas de Córdoba y Sevilla. Desde esos momentos esta familia se vio vinculada a política real, incluido el episodio de la guerra civil que enfrentó a dos hermanos durante el siglo XIV: Pedro I y Enrique II de Trastámara.

El padre del Gran Capitán, Pedro Fernández, fue señor de Cañete de la FronteraPriego y Montilla. Además, también fue alcalde mayor y alguacil de Córdoba. Todos estos títulos pasaron al hijo mayor y primogénito, el cual era el hermano mayor del Gran Capitán, Alfonso Fernández. Así, el hijo menor, Gonzalo, quedó sin títulos y debía ganarse la vida al servicio de la corte. Primero fue paje del Infante Alfonso, luego cortesano de los Reyes Católicos y más tarde uno de los capitanes de la Guerra de Granada, acontecida entre 1481 y 1942.

La Guerra de Granada fue un punto de inflexión para Gonzalo Fernández de Córdoba. Sobresalió por sus dotes militares y su capacidad diplomática. Ya que hablaba árabe pudo estar en contacto con la nobleza nazarí, en especial con Boabdil, el rey Chico, con el cual se dice que tuvo una gran amistad.

Las acciones que más lo distinguieron militarmente fueron las conquistas de ÍlloraMontefrío (donde mandó el cuerpo de asalto y fue el primero que subió a la muralla a la vista del enemigo) https://nachomartinezpeso.blogspot.com/2016/07/caida-del-reino-nazari-de-granada.htmlLoja donde hizo prisionero al monarca nazarí Boabdil, que se entregó tras pedir piedad para los vencidos y moradores. Boabdil, acompañado de Gonzalo Fernández de Córdoba, que como ya hemos dicho se consideraban amigos, se presentó ante el rey Fernando y se rindió.

Hablando de la conquista de Íllora, Washington Irving dice que “Después de haber puesto a Loja en estado de defensa, Fernando el Católico prosiguió sus triunfos poniendo sitio a la plaza fuerte de Íllora, situada a cuatro leguas de la capital y cuyo castillo era llamado el ojo derecho de Granada”.

El Gran Capitán participó también en la redacción de las capitulaciones de rendición, donde se fijaron los acuerdos entre Boabdil y los Reyes Católicos. Por otra parte, él mismo se encargó de concretar el derecho de propiedad y el respeto a las creencias con Al-Nulih, el gobernador árabe de la ciudad.

En 1486 fue nombrado alcaide de Íllora y en estos años contrajo segundas nupcias en el Palacio de Portocarrero (Córdoba). Antes había contraído matrimonio con su prima Isabel de Montemayor, que moriría pronto al dar por primera vez a luz. Su segunda esposa era María Manrique de Lara y Espinosa, Dama de la Reina Isabel, del linaje de los Duques de Nájera con quien tuvo dos hijas. El enlace se produjo el 14 de febrero de 1489 en Palma del Río e inmediatamente el matrimonio trasladó su residencia a Íllora. Allí María Manrique se encargó de ornamentar lujosamente la fortaleza incorporando tapices, ajuares y creó un centro cultural donde acudían invitados de la zona y también de la ciudad vecina de Granada.

La constante marcha de Gonzalo a las campañas de la Guerra de Granada (1482-1492) dejó a María al frente de la casa donde demostró su implicación social y política; tal y como se manifestó en la rápida intervención que ejerció tras el incendio de Santa Fe de 1491. Cualidades acrecentadas durante la intervención de su esposo en Italia.

En 1494, finalizada la conquista de Granada, en recompensa por sus destacados servicios, recibió una encomienda de la Orden de Santiago, el Señorío de Órgiva, provincia de Granada, y determinadas rentas sobre la producción de la seda granadina, lo cual contribuyó a engrandecer su fortuna.

Después de esto, los Reyes Católicos decidieron enviarlo a Sicilia para vigilar el estrecho de Mesina. Por otro lado, en Nápoles la situación era complicada, ya que el rey de Francia Carlos VIII, lo había conquistado y ese reino pertenecía a la Corona de Aragón. Desde Nápoles, la hermana de Fernando el católico pidió ayuda al Gran Capitán al saber que se encontraba en Mesina.

El dilema del Gran Capitán era entonces si atravesar el estrecho de Mesina dejando Sicilia para desembarcar en Calabria o no. Era peligroso porque los franceses podrían tomar esto como una ofensiva, pero contra todo pronóstico luchó y recuperó Nápoles. Justo después de esto, en 1499, consiguió recuperar Ostia -a petición del Papa- en una rápida maniobra admirada en toda Europa. Por ello, el Papa Alejandro VI le obsequió con la Rosa de Oro, la máxima condecoración pontificia.

Tiempo después, antes de comenzar el nuevo siglo, los turcos otomanos atacaron plazas venecianas en el Mar Adriático. Para detenerles en la Isla de Cefalonia se hizo una alianza internacional. Los ejércitos y la armada aliados necesitaban un jefe, el cual fue el Gran Capitán a petición del Duque de Venecia y del Papa. La campaña de Cefalonia fue otro de los grandes logros militares de Gonzalo Fernández de Córdoba.

Tras este tiempo de batalla, Gonzalo decide no volver a España, sino quedarse en el Reino de Nápoles. Allí estuvo siempre vigilando los movimientos de las tropas francesas. Luis XII envió un poderoso ejército para conquistar Nápoles de nuevo. Para el Gran Capitán la Guerra parecía inevitable y durante años preparó su ejército y demoró todo lo que pudo el enfrentamiento directo. Pero la batalla tuvo lugar en Ceriñola en 1503 y se prolongó hasta principios del año siguiente con la victoria de Gonzalo Fernández de Córdoba, poniéndose fin a la presencia francesa en Nápoles.

Años más tarde vuelve a España y Juana I le concede la fortaleza de Loja y se hace alcalde de la ciudad el día 15 de julio de 1508. Aunque había gozado de su tiempo en Loja, enfermó y regresó a Granada a principios de agosto de 1515, donde murió el 2 de diciembre. Fue enterrado, tal y como él pidió tras cambiar su testamento, en la Iglesia del Monasterio de San Jerónimo de Granada. Está enterrado junto con su esposa María de Manrique, Duquesa de Sessa y Terranova, quien cuido con esmero el lugar de sepultura de su marido.

Actualmente, en Íllora podemos encontrar el escudo de Gonzalo Fernández de Córdoba, en la fachada de una vivienda situada en la calle Colindras nº 3.

Por otro lado, nuestro pueblo (Íllora) no olvida a este gran personaje de la historia y, por ello, el colegio de educación infantil y primaria ‘Gran Capitán’ toma su nombre de este ilustre personaje.

Preguntas rápidas sobre los pueblos/ciudades de Andalucía importantes para Gonzalo Fernández de Córdoba:

  1. ¿En qué pueblo cordobés nació el Gran Capitán?
  2. ¿En que pueblo cordobés se casó? ¿En que palacio?
  3. ¿De qué pueblo granadino fue alcalde?
  4. ¿Qué castillo conquistó y fue decisivo para la victoria en la Guerra de Granada?
  5. ¿Dónde está enterrado?

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