Nació en Madrid, quien ostentó el cargo
de Reina de España entre 1833 y 1868. Como buena monarca, tuvo un carácter un
tanto singular y una vida intensa en la que cuajaron notables anécdotas y
curiosidades que paso a resumir en este secreto.
Isabel II |
§ Tras la prematura
muerte de su padre, Fernando VII, sube al trono, es decir, es nombrada
reina, a los tres años de edad.
§ Obviamente, con esa
edad pocas decisiones podía tomar, así que en ese tiempo tuvo lugar la regencia
de su madre María Cristina. Finalmente se adelanta su mayoría de edad a los 13 años para que ya pueda reinar a
todos los efectos.
§ Los derechos al trono
se los disputó su tío Carlos María Isidro, iniciándose con ello las guerras carlistas entre los partidarios de un
bando y otro.
§ Se le conoce como la ‘Reina Castiza’ o ‘Isabel, la de los tristes destinos’.
§ De Isabel II se dice
que se acostaba a las 5 de la mañana y que se levantaba a las 3 de tarde. Una
vida dura la suya.
§ En 1852 sufrió un atentado por parte del cura Martín Merino quien
la atacó con un cuchillo. Curiosamente el estilete golpeó en una de las
varillas del corsé, un hecho que disminuyó considerablemente el alcance del
ataque, quedando en una incisión de 15 milímetros. El cura fue condenado a
muerte y ejecutado.
§ Esto decían de ella siendo una niña: A los diez años Isabel resultaba atrasada, apenas si sabía leer con rapidez, la forma de su letra era la propia de las mujeres del pueblo, de la aritmética apenas sólo sabía sumar siempre que los sumandos fueran sencillos, su ortografía pésima.
Corsé de Isabell II que le salvó la vida |
§ Esto decían de ella siendo una niña: A los diez años Isabel resultaba atrasada, apenas si sabía leer con rapidez, la forma de su letra era la propia de las mujeres del pueblo, de la aritmética apenas sólo sabía sumar siempre que los sumandos fueran sencillos, su ortografía pésima.
§ En una ocasión vivió un
tenso capítulo. Fue un 21 de enero de 1851 cuando la reina acudía a ver a la
Virgen de Atocha en su habitual carruaje. De pronto, un toro escapado por la
ciudad se puso a la misma altura del coche donde viajaba la reina y ambos mantuvieron
una tensa carrera ante la mirada de los asustados viandantes. El cochero
espoleaba cuanto podía a los caballos que galopaban para huir del morlaco.
Finalmente el toro dio por finalizada la carrera sin llegar a embestir, ni al
carruaje, ni a los equinos.
§ Quizás el apartado que
más dio que hablar fue su vida íntima y sentimental. Lo cierto es que casi
todas las crónicas de la época coincidan en su alta y ajetreada vida sexual,
catalogándola de ninfómana.
§ Al anterior hecho hay
que sumarle su matrimonio con Francisco de Asís, a
la edad de 16 años, del cual también era conocida su homosexualidad. De hecho,
dicen que al conocer el nombre de su futuro marido, Isabel II se negó
rotundamente gritando: ¡No, con Paquita, no!
Isabel II y su esposo el Duque de Cádiz |
§ Su matrimonio con
Francisco de Asís dio lugar a muchísimos episodios y comentarios, quizás el más
sonado es la respuesta que Isabel II le dio a un embajador que le preguntó por
su noche de bodas. La reina afirmó: “que voy a decir de un hombre
que en la noche de bodas llevaba en su camisa más bordados que yo en la mía”.
§ Para saciar sus deseos
pasionales y carnales tuvo que recurrir a numerosos amantes,
desde guardias alabarderos a militares de alto cargo o nobles. Entre ellos se
habla de Emilio Arrieta, el general Francisco Serrano,el general O´Donnell y un
largo etcétera. Según parece llegó a decir antes de fallecer: “Me echaron de España por tener amantes”:
§ Isabel II dio a luz
hasta en doce ocasiones, aunque sólo seis de sus hijos
sobrevivieron a los primeros años de vida.
§ Terminó exiliada en
Francia, tras la revolución de La Gloriosa y allí murió el 9 de abril de 1904.
§ En Madrid se le
recuerda en varios puntos de la capital, como por ejemplo la Plaza de Isabel II, más conocida habitualmente como
la Plaza de Ópera, en cuyo centro se levanta una escultura en su honor.
Isabel II con su hijo Alfonso XII |
§ Un dato muy curioso es que Isabel II, al ginecólogo que aventuró que estaba embarazada del futuro rey Alfonso XII le concedió un sorprendente título, el de Marqués del Real Acierto.
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