Más de 500 periodistas extranjeros y españoles, 10 autobuses, 15 cabinas de
locución, 110 aparatos telefónicos, siete líneas para fototelegrafiar, decenas
de cámaras de cine y televisión y un millón y medio de personas dieron fe, el 21 de
diciembre de 1959, de la histórica visita que realizó el presidente Eisenhower a España. Un
encuentro con el Caudillo que suele presentarse como el momento de la consolidación del régimen de
Franco y la
prueba definitiva de que el dictador había conseguido salir del aislamiento
que sufría tras la derrota del Eje en la II Guerra Mundial.
«Cuando estallaban en el aire los
nombres de “Ike” y de Franco, el pueblo de España tanto agradecía a Franco la
visita de Eisenhower a Madrid como a Eisenhower el honor que a Madrid ofrecía
con su presencia.
España pasó de ser uno de los países más pobres de Europa a crecer,
durante la década de los 60, a
un ritmo medio del 7%
Aquella entrevista fue un punto de
inflexión en la historia de la dictadura: España pasó de ser uno de los países
más pobres de Europa, a crecer, durante
toda la década de los sesenta, a un ritmo medio del 7%, solamente superado por
Japón. Todo ello provocó un cambió en la economía agrícola por una economía
industrial.
La causa de aquella «sincera y amistosa» bienvenida, de aquel abrazo «cálido y
afectuoso» entre los dos jefes de Estado, el demócrata y el
dictador, fue también el establecimiento de nuevas bases militares estadounidenses
en suelo Español, como así subrayó Franco tras el aterrizaje de Eisenhower:
«Esta base de Torrejón, construida con el formidable apoyo de los Estados
Unidos y albergando en estrecha camaradería las alas españolas y
norteamericanas, es un símbolo de nuestra amistad y está erigida bajo un lema
que os es, sin duda, muy querido: “Paz es nuestra profesión”».
La imagen de Madrid aclamando al presidente de los Estados Unidos
fue resaltada en las cabeceras del «New York Times» –«la mayor recepción desde la
que le otorgaron a Eisenhower en la
India »–, del «Washington News» y de los demás grandes diarios
americanos. «Una de la entrevistas más importantes entre las
celebradas por Eisenhower en Europa», aseguraba el «Columbia Boadcasting». El «Washington Post»
encabezaba su amplia información también con aquel encuentro: «Franco y la
muchedumbre madrileña dan la bienvenida a “Ike”, quien recuerda el papel de
España en la fundación del Nuevo Mundo».
La autarquía de los primeros
20 años de dictadura daban paso a un consumismo más propio del estilo de vida
«occidental». En 1959 sólo unas pocas familias privilegiadas podían presumir de
coche y televisión y a
finales de la década un 40% de los españoles ya tenía vehículo y un 85%
televisión.
Cambios culturales, económicos y
políticos los de aquella década que comenzó con la visita de Eisenhower y que
facilitaron el triunfo de la
Transición española.
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