1. El presidente
Roosevelt usó la limusina de Al Capone.
En el día del ataque sobre Pearl Harbor,
el Servicio Secreto se dio cuenta de que no se disponía de un vehículo blindado
para transportar al presidente Roosevelt al Congreso para pronunciar su famoso Discurso
de la Infamia. Tras darle vueltas al asunto, un agente del Servicio
Secreto recordó que el U.S Treasury (la Agencia Tributaria de EE.UU.) había
confiscado la limusina blindada de Al Capone en 1931. El automovil aún
funcionaba y pudo usarse para llevar a Roosevelt al Congreso respetando las
medidas de seguridad. Se dice que el presidente afirmó lo siguiente: “Espero
que al Sr. Capone no le moleste”.
2. Calvin Graham fue
el soldado estadounidense más joven en activo.
Calvin Graham mintió sobre su edad y se alistó en la Marina con tan solo 12
años, en 1942. Su verdadera edad solo se descubrió tras resultar herido en
combate.
3. En 1942, se
prohibió a las emisoras musicales de radio aceptar peticiones de los
radioyentes.
El gobierno norteamericano temía que espías enemigos pudieran tratar de
colar mensajes secretos, como se había estado haciendo en Europa desde el
comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
4. El término Tercer
Reich fue acuñado por un autor alemán.
Arthur Moeller van den Bruck introdujo el término en su obra de 1923 Das
Dritte Reich (El Tercer Reich). Su libro ejerció una influencia enorme
sobre el partido nacionalsocialista alemán.
5. Las SS dirigieron
directamente un burdel.
Las SS gestionaron un burdel llamado el Salón Kitty, situado en el número
11 de la Giesebrecht Strasse en Berlín. Esta casa de citas era frecuentada
generalmente por diplomáticos extranjeros. Las SS conseguían información
sensible mediante el espionaje (teléfonos pinchados, micrófonos, etc.) y
gracias a las propias prostitutas, instruidas en el arte de obtener información
clasificada de clientes que, tras un par de copas, no eran muy conscientes de
lo que hacían. Sin duda, ¡femmes fatales peligrosas para los
Aliados! Existe una película un poco subida de tono que narra muy bien este
asunto: Salón Kitty del cineasta italiano Tinto Brass (1976).
6. Rusia y Japón nunca
llegaron a firmar un tratado de paz entre sí tras el fin de la Segunda Guerra
Mundial.
De hecho, ambas naciones aún están enfrentadas por la soberanía de las
Islas Kuriles. Parece que por fin, tras 67 años, ambas partes están dispuestas
a reiniciar las negociaciones, tal y como han expresado el presidente Vladimir
Putin y el primer ministro nipón Shinzo Abe.
7. Solo 2 de cada 10
varones nacidos en la Unión Soviética en 1923 sobrevivieron a la Segunda Guerra
Mundial.
8. La Unión Soviética
también fue la nación que sufrió el mayor número de bajas: 21 millones de
víctimas aproximadamente.
9. Niju
hibakusha es el vocablo japonés para referirese a los supervivientes
de las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
El término se traduce en nuestro idioma literalmente como “personas
afectadas por la explosión”.
10. El Monopoly ayudó
a miles de prisioneros de guerra aliados a fugarse de campos de concentración
alemanes.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania permitó a la Cruz Roja enviar
paquetes a los prisioneros de guerra. Entre los artículos enviados había juegos
de mesa. Se crearon cajas especiales de Monopoly con elementos ocultos para
ayudar a los cautivos a fugarse de sus campos. Por ejemplo, se ocultaban
billetes auténticos (franceses, alemanes e italianos) mezclados entre los
típicos billetes del Monopoly. Se ocultaba también una lima dentro del propio
tablero, así como una pequeña brújula en una de las fichas de jugador. Por
último, dentro de los hoteles se escondían mapas de seda del propio campo que
servían para saber también la ubicación del este. Ingenioso, ¿verdad?
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